
Todas las palabras se han ido. Solo queda el vacío, abismo incalculable, incurable herida que me encierra. Ahora no hay laberinto infinito que atravesar, ni árboles creciendo y otoñando. Vacío exilio. Protesté, Maga, por semejante quita, pero no es suficiente para curar. Todo parece amanecer en niebla y tiemblo de este nuevo frío, de esta soledad tiritante que empieza a calarse nuevamente en los huesos. Ya no hay cura posible, solo este convivir con el perfecto destierro de tu voz, de tu palabra, de lo único que tengo, lo único que puedo tener. Y ya es pasado. Desmemoria de recuerdos. Y Maga voy, mar adentro, a perderme de mi, a quitarme la piel de estas palabras que ya faltan, marchitas ilusiones.
Hastío de mundo.
manejando por la ruta alguna noche, sin mirar atrás... - Fito Paez