
Te espero y ya conoces todo mi territorio, todo mi mundo, mi ser. Me habitás como un Señor, mi dueño. Pero luego te vas suficientemente para que note el desgarro y el frío me toma de rehén. Así te gusta poseerme. Apenas a unos instantes de siglos de mí. Medís mi tiempo, registrás las constelaciones y sus movimientos y yo empiezo a perderme de tanta lejanía. No sé dónde estás ni quien soy. ¿Cómo saberlo si te vas? Me abarca el sinsentido, y me quedo sin piel, solo sintiendo con dolor, hasta la felicidad y volvés. Justo antes de que estuviera por nacer en algún otro extraño lugar. El dolor todo lo inunda y yo me ahogo en tanta soledad. Sabés que me olvido y volvés. Pero ya estás dentro y reconozco mi mundo, mi universo, mi rojo y me dejo llevar. Así me tenés. Así soy, porque soy para vos, mi voluntad, mi felicidad. Luego nuevamente tu dedo en mi espalda y tu voz de hojas secas hablando inentendibles idiomas. Todo el tiempo ha huido, solo queda la sombra y el abismo de tu ausencia. Pero hoy es aun peor. Hoy no he olvidado. Y sé, que por más que tanto muera, al darme vuelta, ahí no estás.
6 comentarios:
Devenir de sensaciones, que giran en torno a tí, el dolor pasajero que se calma, el amor que te inunda y te abandona, y otro regreso, sus dedos en tu espalda, seguro te producen escalofríos.
Me agradó.
Un abrazo.
hermoso.. erizante..
cuanto dolor,cuanto placer....escribis hermoso...vos sos hermosa.
Igna: Gracias por visitarme y por tu decir (en tu blog) Beso
emma: gracias. tus imagenes son hermosas tambien, tus palabras me recuerdan a algunos dias.
Un beso
Pequeña mía, vos me decis cosas hermosas con esa comprensión que te admiro tanto. Te quiero mucho nena. Muchos muchos besos... y miows :D
Publicar un comentario